Probablemente estarás cansado de oír hablar del coronavirus. El tema es monográfico en cualquier programa de televisión, radio o periódico. Es un problema de salud pública al que las autoridades tratan de poner freno con medidas más o menos populares y, más allá de las ideas personales de cada uno, lo cierto es que están tomadas conforme a la opinión de expertos. El problema es sanitario pero su repercusión se extiende a la economía y las consecuencias son a día de hoy impredecibles. De ahí que cada vez sean más las voces que critican el modelo de globalización actual y las que aprovechan la crisis del coronavirus y ponen en valor la importancia del comercio local.
Las imágenes más repetidas en los últimos días son los estantes vacíos en determinados supermercados y el acopio de productos de primera necesidad. La psicosis se extiende al mismo ritmo que el coronavirus y algunos alimentos comienzan a escasear en determinadas tiendas. Y eso a pesar de que los responsables de las grandes cadenas y el Gobierno aseguran que el suministro está garantizado. Entre los productos más demandados, junto al papel higiénico, aparecen otros como la carne, ya sea pollo, cerdo o ternera.
Para que este suministro de productos sea posible, la cadena de producción debe seguir operativa. Por eso, la Ganadería Hermanos Cortina mantiene su actividad. A falta de concretar las fechas de reparto, nuestro compromiso con un modelo de negocio cercano es firme. Seguiremos recogiendo pedidos y, en cuanto se a posible, realizaremos el reparto. Recordamos que todos nuestros productos son de Ternera Asturiana, y que todas nuestras vacas son de la raza Asturiana de los Valles y han sido criadas en Teverga.
La importancia del comercio local
La calidad de nuestros alimentos está garantizada, ya que han pasado todos los controles sanitarios que marca la ley. Además, agrupamos nuestros productos en lotes en los que se incluyen diferentes tipos de carne, como puede ser el solomillo, filetes, zancarrón o chuletas.
Toda nuestra Ternera Asturiana está envasada al vacío de forma individual y el reparto se realiza en un vehículo frigorífico. Esa es la forma de garantizar la conservación de la carne durante el mayor tiempo posible. El objetivo es asegurar que se cumple la normativa, y una vez que esto está conseguido, consideramos que es el momento de apostar por un modelo diferente en el que la calidad del producto sea el elemento fundamental. Por ello, creemos que una crisis como la del coronavirus es un buen momento para reflexionar y apostar por el comercio local y de cercanía. Es la mejor fórmula para estar seguro al 100% de que no habrá desabastecimiento. El coronavirus ha puesto de manifiesto la importancia de apostar por el comercio local.